Fractura de Huesos Nasales

La nariz esta conformada por una porción dura de hueso y una semiblanda de cartílago. Cuando sólo se habla de fractura de huesos nasales, quiere decir que la parte cartilaginosa de la nariz no se rompió o movió de su sitio, mientras que los huesos que conforman la parte dura están rotos, en uno o varios fragmentos, que alteran la forma usual de la nariz de forma proporcional al grado de desplazamiento de los fragmentos rotos.

Cualquier clase de golpe que sea lo suficientemente fuerte como para producir la ruptura de los huesos nasales puede ocasionar esta fractura. Posterior a un golpe puede haber dolor nasal, sangrado (epistaxis), deformidad en la nariz, sensación de tapazón de la nariz, inflamación y a veces morados alrededor de los ojos (equimosis periorbitaria).

Las complicaciones en este tipo de situaciones se derivan del desgarre que pueda producir el hueso o el cartílago sobre la mucosa que lo está recubriendo. La presencia de hematomas (acumulaciones de sangre) que se encuentren entre el cartílago y la mucosa, pueden infectarse o terminar en deformaciones de la nariz. Debe haber un translado inmediato a una institución donde pueda ser atendido de manera adecuada, no intentar maniobras para reducir la fractura, si no se tiene el entrenamiento adecuado.

Si se encuentra dentro de las primeras semanas luego de la fractura, se puede realizar reducción cerrada.
En caso de haber transcurrido más tiempo del mencionado, los fragmentos de hueso ya desplazados inician un proceso de cicatrización, lo que se conoce como callo óseo, que va adquiriendo la deformidad inicial, y que para corregirlo requiere un procedimiento quirúrgico más complejo de refractura y reacomodación de los fragmentos. Luego se inmoviliza el dorso nasal con una férula especial que protege los huesos reacomodados de cualquier tipo de contacto que ocasione trauma adicional.

Si se encuentra alguna aparición de enrojecimiento y calor local que pueda ser indicio de infección. Es recomendado un adecuado aseo a nivel nasal, lavados con suero fisiológico nasal, abstenerse de introducir elementos irritantes a sus fosas nasales, así como evitar el contacto con ellos, consultar a su médico, en caso de alguna anormalidad.