La Posturografía

La posturografía es de utilidad en el estudio y manejo de los pacientes con vértigo, inestabilidad, caídas y casi-caídas.

La prueba se centra en el registro del centro de gravedad del cuerpo y cómo el paciente lo controla bajo situaciones en las que se modifican tanto la información visual como de la firmeza del piso. El paciente permanece de pie, sujeto con un arnés mientras se registra su centro de gravedad bajo diferentes estímulos visuales y de movimiento.

Permite evaluar patologías que abarcan desde desequilibrio de origen desconocido, vértigo persistente que no ha mejorado con tratamiento médico, historia de caídas, desordenes de postura o marcha con examen neurológico normal, hasta disfunción del balance secundario a lesiones a nivel del sistema nervioso central (SNC) o relacionado con la edad.

El resultado de la posturografía nos permite el diseño de programas de entrenamiento del balance con técnicas en realidad virtual, su reforzamiento con técnica convencional, así como el seguimiento de los procesos de rehabilitación.

El procedimiento es usualmente bien tolerado y suele tomar menos de media hora, no genera dolor, se indica que el paciente asista en ropa cómoda, acompañado y para comodidad del paciente, sin haber ingerido alimentos al menos 4 horas antes.