El paciente que posee una cicatriz en cualquier zona del rostro debe tener en cuenta que no hay manera de removerlas completamente. El objetivo es mejorar la apariencia de la cicatriz mediante diversas técnicas que nos permitan minimizarla, reorganizarla o camuflarla según cada caso especÃfico.
El tipo y color de piel, asà como la edad y las caracterÃsticas de cicatrización de cada paciente, son factores importantes que harán parte de la evaluación y discusión con el cirujano, previo al procedimiento.
Cualquier intervención a este nivel, debe realizarse al menos un año después de haber sucedido el evento que produjo la cicatriz, este intervalo va a permitir que el organismo complete su propio proceso de cicatrización.
En algunos casos deben tenerse en cuenta algunos procedimientos no quirúrgicos como son la infiltración, el peeling quÃmico y/o la microdermoabrasión. Por supuesto que la decisión debe darse en conjunto el paciente y el cirujano.