El desarrollo de las orejas es variable de un individuo a otro, haciendo que cada persona tenga una forma y tamaño diferente.
La alteración de alguna de las partes de la oreja, hace que produzcan una falta de armonÃa facial, lo cual en los pacientes puede generar complejos y problemas psicológicos.
Existe dos alteraciones que se presentan con relativa frecuencia en la población general, una de ellas es lo que se llama orejas en pantalla, en la cual las orejas sobresalen significativamente de la silueta facial por aumento del tamaño de la parte media e inserción de la oreja a la cara y la otra es por la falta de formación de los pliegues normales de la parte superior de la oreja lo que también genera un desbalance en la armonÃa facial, cualquiera de las dos o si se presentan en conjunto producen un aspecto poco agradable a la vista.
Esta alteración se puede corregir mediante una intervención quirúrgica que reposicione los tejidos y remodele el cartÃlago que no se formó adecuadamente, proporcionando una apariencia natural y armónica en esta área facial.
Dichos procedimientos se pueden realizar desde los 6 años de edad, momento en el cual se ha alcanzado al rededor del 85% del crecimiento total de la oreja, con la ventaja de que las incisiones se realizan en el surco posterior de la oreja, por lo cual no deja una cicatriz visible, con un periodo de recuperación corto.